Tomàs Font

General Manager
Tax and Accounting Spain

Desde hace semanas vemos en los medios de comunicación y webinars a los que asistimos, expertos hablando y dibujando un futuro distinto del que hasta ahora hemos gozado; Como suele ocurrir en este tipo de situaciones de cambio, es, que durante las primeras semanas aparecen los pronósticos más atrevidos y radicales y a medida que se va recuperando la normalidad, las posiciones se relajan ligeramente, se matizan los conceptos y lo que antes era negro, negro, ahora ya es gris; de todos modos, lo que está claro es que la demanda de servicios contactless “sin contacto” es creciente y las organizaciones en general y los despachos profesionales en particular, deben reflexionar para ver cómo adaptan sus organizaciones, de lo contrario, el riesgo de perder clientes es alto, por no decir seguro y las eficiencias que generan estos nuevos modelos, también se pierden.

Los despachos profesionales deben reflexionar para ver como adaptan sus organizaciones, de lo contrario, perderán clientes y las eficiencias que generan los nuevos modelos contactless.

La adaptación a una demanda contactless, implica revisar todas sus caras, es decir, personas, procesos, herramientas, precios, nuevos servicios, etc… y en este sentido, un buen punto de partida, es desmenuzar los procesos, identificando en cada caso, la interacción con los clientes, para, posteriormente ver qué alternativas podemos poner en marcha; con el inventario de puntos de contacto.

 

Mi recomendación sería ordenarlos por eficiencia y nivel de aceptación, lo que significa dirigir esfuerzos y atención, en aquellos que tengan mayor impacto, tanto en costes como en mejoras productivas. Los despachos profesionales tienen muchas oportunidades, pero una de los más claras y que cumplen con los criterios de eficiencia y aceptación es la firma digital integrada en los procesos de trabajo del despacho y sus clientes, lo que abre un círculo virtuoso en el proceso de digitalización del negocio; círculo, que ya iremos desarrollando.

La firma digital, como ejemplo, abre un círculo virtuoso en la digitalización de los negocios.